El precio del KWh, es decir kilovatio por hora, se refiere al precio de la luz fijado en las tarifas eléctricas y de gas natural para facturar a los clientes por el consumo realizado. La multiplicación de los kilovatios por hora que se han gastado por el precio del kWh que determina la tarifa de la compañía permitirá conocer la cantidad a abonar por el término variable en la factura de la luz.
Para entender con mayor exactitud el precio del kWh es preciso saber los elementos que se integran en el precio de una tarifa, ya que dichos componentes se encargará de establecer el precio de la electricidad o el gas natural.
En primer lugar hay que detenerse en el término fijo, que hace referencia a la potencia contratada en el caso de la luz y por el consumo máximo anual en el del gas natural. Se mide en kW y no depende del gasto realizado.
El otro aspecto en el que repararemos de la factura energética será en el término variable o de consumo. Se mide en kWh y variará según el gasto realizado en un periodo de tiempo determinado.
Qué factores determinan el precio del kWh
El precio del kWh dependerá de una serie de factores, como te detallamos a continuación.
En primer lugar hay distinguir entre las tarifas del mercado regulado y las de mercado libre. Las primeras cuentan con un precio del kWh determinado por el Gobierno. En el caso de la electricidad, el precio se fija en función de la oferta y la demanda del mercado energético, obteniendo unas tarifas más ventajosas en las franjas nocturnas. Por su parte, en el mercado libre son las propias comercializadoras las que se ocupan de determinar el precio del kWh determinando las tarifas en función del coste que tenga para las compañías la adquisición de la energía.
El precio del kWh también estará condicionado por la tarifa que escoja el usuario. Hay muchos tipos dentro del mercado eléctrico, que van desde los precios fijos, por horas, con discriminación horaria, etc. Esto condiciona el precio del kWH que se aplica en las tarifas.
El consumo energético hace referencia al importe que se debe abonar en la factura de la luz o del gas. Es un término variable de un mes a otro, y cuando más se consuma, mayor será el importe a pagar.
¿Cómo seleccionar una tarifa de luz?
Antes de elegir una tarifa de la luz es preciso tener claro el consumo que se va a realizar en la vivienda o local. Entre los aspectos a tener en cuenta están:
Dimensión del inmueble en metros cuadrados. Cuanto más espacio tenga, mayor será el consumo que se realice. Hay que distinguir si se trata de un domicilio o de un negocio, ya que las eléctricas cuentan con tarifas especiales tanto para los hogares como para las empresas independientemente de su tamaño.
Consumo eléctrico de los últimos años.
Número de personas que residen en la casa.
Aparatos electrónicos y electrodomésticos que hay y que se pueden utilizar al mismo tiempo.
La presencia de calefacción eléctrica será otro de los puntos a tener en cuenta.
¿Cuántos kWh de luz se consumen al mes de media?
Son varios los detalles que influyen sobre el consumo mensual de electricidad de una vivienda. Al año, de media, los hogares utilizan 3.487 kWh, lo que supone al mes por domicilio 291 kWh. Como es de suponer, las casas unifamiliares cuentan con un consumo superior, que ronda los 3.754 kWh frente a los 3.373 de los pisos. Aquí se aprecia una diferencia importante, que se incrementa también en aquellas zonas más frías del país, donde el gasto en energía resulta muy superior. Por su parte, en lo que se refiere a potencia contratada, oscila entre 3,45 y 4,6 kW.
El reparto del consumo eléctrico de un inmueble quedaría distribuido de la siguiente manera según el informe de IDAE:
Electrodomésticos (55,2%): consumen durante su funcionamiento, pero también habría que reparar en los kWh de luz que gasta en modo reposo, como puede ser el caso de una televisión.
Iluminación (11,7%): estará condicionada por el tipo de bombilla que escojamos.
Cocina (9,3%): la mayor parte de las casas disponen de cocina eléctrica, donde abunda más la vitrocerámica sobre la inducción. La primera consume más.
Agua caliente sanitaria (7,5%).
Calefacción (7,4%): las viviendas se pueden calentar con sistemas eléctricos o con gas natural.
Standy (6,6%).
Refrigeración (2,3%).
De entre todos los electrodomésticos, el que más consume es el frigorífico, que supone el 22,4%, seguido por los congeladores con un 19,1%, y las lavadoras y lavavajillas, con un 8,6 y 8,3, respectivamente.
Si lo que buscas es ahorrar en la factura de la luz, consulta tarifas con las distintas eléctricas, ajusta la potencia contratada de tu casa y sigue una serie de hábitos responsables en el hogar, poniendo especial atención a los tramos horarios en los que resulte más barata la energía.